Fuera del resort, hay varias oportunidades para conocer un poco más de la República Dominicana, con excursiones organizadas que hacen todo más sencillo y seguro. Uno de los principales atractivos es la visita a Santo Domingo, la capital del país, cuyo centro histórico está declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Las calles empedradas, los edificios coloniales y la atmósfera vibrante de la ciudad ofrecen una inmersión auténtica en la historia del país.
Otra experiencia memorable es la visita a Altos de Chavón, una villa construida en piedra en lo alto de un valle, con vistas al río y un anfiteatro impresionante. Es un lugar inesperado, donde la arquitectura mediterránea se encuentra con el paisaje tropical.
También es posible realizar paseos en barco hasta la Isla Saona, conocida por sus aguas tranquilas, arena blanca y naturaleza preservada, ideal para un día en familia fuera de la rutina. Para quienes disfrutan absorber el ambiente local, hay visitas a mercados y pueblos de la región, con contacto directo con la gastronomía, los productos y la cultura local.
Incluso sin salir del resort, es posible vivir la cultura dominicana con autenticidad: las clases de merengue y bachata forman parte de la programación y permiten sentir el ritmo del país en la piel, al son de la música y con los pies en la arena.