
Sicilia, situada justo en la punta de la bota italiana, es la isla más grande del mar Mediterráneo. La riqueza de su patrimonio, entre templos griegos y capillas, se mezcla con paisajes impresionantes donde volcanes y playas nunca están lejos. Esta isla es una verdadera encrucijada de civilizaciones, por lo que hay una amplia variedad de monumentos históricos y culturales que se han erigido y enriquecido entre sí a lo largo de los siglos y los cambios históricos. Los templos griegos conviven con las catedrales y los jardines orientales, en una mezcla absolutamente fascinante y única.
Por supuesto, Sicilia no se reduce a su increíble historia y a los vestigios que lo atestiguan: es también una isla magnífica donde se encuentran playas paradisíacas, sobre todo en las islas eólicas, y numerosos lugares para descubrir la gastronomía local y para celebrar.
Sicilia destaca por su clima cálido y soleado, ideal para descansar en la playa y pasear. Si el tiempo es agradable durante todo el año, las mejores épocas para ir a Sicilia son la primavera (de abril a junio) y el otoño (septiembre y octubre). Disfrutará de temperaturas alrededor de 25 ºC en promedio, perfectas para actividades al aire libre.