
Un encantador jardín
Aunque fue fundado por el pintor Jacques Majorelle, cuyo nombre conserva, el jardín alcanzó la posteridad cuando fue adquirido por Yves Saint Laurent y Pierre Bergé en 1980. Desde entonces se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad.
Tras atravesar la modesta entrada, pasará junto a una fuente de zelliges verdes y azules. Después, es hora de pasear por las avenidas de bambú, adornadas con macetas de colores electrizantes. Entre cactus, plataneros, áloes, palmeras y buganvillas, la villa Art Déco revela su singular tono azul.
Será difícil apartar la vista de este cautivador espectáculo, pero continúe su descubrimiento de este oasis de frescor por los sinuosos senderos de este jardín de múltiples tesoros.